En las 24 horas desde que Uniswap anunció sus propuestas de cambios en la tokenómica, el precio del token UNI ha subido un 25%. Está claro que el mercado cree que estas modificaciones tienen muchas probabilidades de ser aprobadas. Sin embargo, incluso competidores como Aerodrome advierten que esto podría ser un error estratégico.
¿Qué está pasando realmente aquí? La propuesta de la Uniswap Foundation y Uniswap Labs que está en votación incluye dos actualizaciones clave.
La primera —la parte que llamó la atención del mercado— es una reducción del suministro total de tokens. El plan es recomprar UNI a los poseedores y quemarlos. Tanto las recompras como una oferta máxima menor son factores alcistas clásicos.
La segunda parte, sin embargo, es donde las cosas se complican: ¿de dónde vendrá el dinero para esas recompras? La propuesta sugiere introducir tarifas especiales cobradas a los proveedores de liquidez de Uniswap. Y aquí, el CEO de Dromos Labs —la empresa detrás de Aerodrome— tiene toda la razón: con las nuevas tarifas, proveer liquidez en Uniswap será menos rentable y los usuarios probablemente migrarán a competidores.
Pregúntate esto: ¿aceptarías pagar una tarifa si supieras que esa tarifa básicamente será quemada? No literalmente, por supuesto —pero se destinaría a comprar y quemar tokens UNI. Como proveedor de liquidez no recibirías nada a cambio. Tu dinero no iría a los desarrolladores, sino a poseedores aleatorios de UNI que decidan vender.
Aun así, la reacción alcista del mercado tiene sentido. Al fin y al cabo, no son los proveedores de liquidez quienes votarán la propuesta —son los poseedores de tokens. Y a ellos les conviene reducir el suministro total. Eso significa que la propuesta casi seguro que pasará.
Lo que ocurra después con el propio protocolo Uniswap —ahí es donde la previsión de Aerodrome podría merecer más atención.
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