Últimamente se ha hablado mucho sobre grandes empresas minoristas como Amazon y Walmart explorando la idea de lanzar sus propias stablecoins.
Un punto que realmente me llamó la atención proviene de Parrot Capital: stablecoins como estas no serán una competencia real para las redes de pago con tarjetas porque las transacciones con criptomonedas son finales, mientras que los pagos con tarjeta pueden ser revertidos, y eso es muy importante para los compradores.
Estoy de acuerdo con eso, pero sigo preguntándome: ¿qué impide que una stablecoin se construya de una manera que permita la reversibilidad? ¿Por qué no diseñar el contrato inteligente de modo que los tokens solo puedan enviarse a direcciones “de contrato” especiales, direcciones donde no solo el propietario, sino también el propio contrato, puedan mover fondos?
Técnicamente, esto parece factible. Simplemente no se ha intentado todavía. Pero los grandes minoristas podrían ser los primeros en implementar algo así.
De hecho, no me sorprendería si otros emisores de tokens siguieran su ejemplo. ¿Y los reguladores? Probablemente darían la bienvenida a la idea: más control significa más comodidad para ellos. Ese es el tipo de futuro cripto que puedo imaginar.
Pero no te preocupes: las criptomonedas de hoy no pueden ser remodeladas tan fácilmente. Bitcoin, Monero, Litecoin y otras simplemente no funcionan de esa manera. Ningún contrato inteligente puede anular tu billetera.
No importa cómo evolucione el panorama cripto, siempre puedes dirigirte a rabbit.io y obtener una de estas monedas de autocustodia, del tipo que ningún contrato puede tocar sin tu consentimiento.
