Charles Hoskinson, cofundador de Cardano, anunció planes para lanzar lo que él llama la primera stablecoin privada del mundo. Como él mismo dijo: “Quizás la gente no quiera una stablecoin donde cada compra sea rastreada permanentemente por todos, en todas partes.”
Suena genial en teoría, pero en la práctica, las stablecoins privadas ya existen.
Está EURx, una stablecoin vinculada al euro emitida por PEGx, y USDT en la Red Liquid, lanzada por Tether en 2019. Estos tokens ofrecen total privacidad: en Liquid, ni el emisor del token ni los validadores de la red pueden ver quién envía qué, a quién o cuándo. Los saldos y las transacciones son completamente confidenciales. Es privacidad al nivel del efectivo, o incluso más allá.
Así que el problema no es la disponibilidad, sino la demanda.
A pesar de ser emitido por Tether, un nombre de confianza en criptografía, y alojado en Liquid, una blockchain construida por el altamente respetado Blockstream, el USDT de Liquid ha visto una adopción muy limitada: solo se han emitido 31 millones de tokens, en comparación con decenas de miles de millones en Ethereum y Tron. En cuanto a EURx, su suministro es de solo 100,000 tokens.
Liquid USDT está disponible para intercambios en rabbit.io, pero seamos honestos: casi nadie lo hace. Los usuarios prefieren abrumadoramente USDT en ERC20 o TRC20. La falta de atención es tan notable que incluso Hoskinson, profundamente involucrado en el espacio cripto, parece desconocer estas stablecoins privadas existentes. De lo contrario, no estaría afirmando construir la primera.
Aún así, si eres uno de los pocos que realmente valoran la privacidad, te tenemos cubierto. En rabbit.io, puedes intercambiar cualquier activo cripto por Liquid USDT y disfrutar de los beneficios de una stablecoin que no puede ser congelada, bloqueada ni incluida en listas negras. Al igual que el efectivo, estos tokens no tienen historial de transacciones visible.
